Nuestra querida Gabriela Mistral, cual se recuerda o dedica a un amor pasado y doloroso. El poema comienza con una situación espacio temporal indefinida. Una relación en el pasado, apasionada, importante para los dos que termina; pero que termina con una segunda despedida. Como la marea, las olas, el amor se va pero parece que con la esperanza de que no sea un final definitivo, como un impás. Y esta sensación se acrecienta cuando se enfatiza que esa despedida no ha sido tal, ha sido una alucinación. Se recuerda del dolor que sintio. lo que se siente tener el corazon roto. Los recuerdos son importantes y son los que aumentan y enfatizan el valor de esa relación entre ambos. Las imágenes de la sombra de ambos paseando por las dunas de una playa parece evocar que, aunque el pasee sólo por el mismo lugar ella se convertirá en la sombra de él, en su recuerdo, continuando así siendo dos. A través de los versos se nos ha presentado una idea de amor incondicional hacia la persona amada. No importa el tiempo, la distancia, la separación que pueda haber. Cuando dos personas se quieren nada les impide estar juntos aunque la distancia o las circunstancias lo impidan.
Adios- Gabriela Mistral
En costa lejana
y en mar de Pasión,
dijimos adioses
sin decir adiós.
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tú la creíste
ni la creo yo,
"y es cierto y no es cierto"
como en la canción.
Que yendo hacia el Sur
diciendo iba yo:
-Vamos hacia el mar
que devora al Sol.
Y yendo hacia el Norte
decía tu voz:
-Vamos a ver juntos
dónde se hace el Sol.
Ni por juego digas
o exageración
que nos separaron
tierra y mar, que son
ella, sueño, y él
alucinación.
No te digas solo
ni pida tu voz
albergue para uno
al albergador.
Echarás la sombra
que siempre se echó,
morderás la duna
con paso de dos...
¡Para que ninguno,
ni hombre ni dios,
nos llame partidos
como luna y sol;
para que ni roca
ni viento errador,
ni río con vado
ni árbol sombreador,
aprendan y digan
mentira o error
del Sur y del Norte,
del uno y del dos!
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